21 febrero 2022 1009 palabras, 5 min. read Última actualización : 22 febrero 2022

9 cuestiones éticas y jurídicas relativas al metaverso

Por Pierre-Nicolas Schwab Doctor en marketing, director de IntoTheMinds
Aunque tengo poca fe en la visión del metaverso de Mark Zuckerberg, no cabe duda de que tiene un excelente potencial comercial y de marketing. La anunciada transición a la Web 3.0, unida a los avances en inteligencia artificial y […]

Aunque tengo poca fe en la visión del metaverso de Mark Zuckerberg, no cabe duda de que tiene un excelente potencial comercial y de marketing. La anunciada transición a la Web 3.0, unida a los avances en inteligencia artificial y a una potencia informática cada vez mayor, promete experiencias inalcanzables en el mundo real. La aparición de estos universos virtuales va acompañada de toda una serie de cuestiones éticas y jurídicas.

Este artículo identifica 9 cuestiones éticas o jurídicas que atañen a la vida en el metaverso, a la muerte y al sexo.


¿Son aceptables los experimentos moralmente incorrectos en el metaverso?

La primera pregunta que me hice cuando me interesé por el metaverso fue el tipo de experiencia que se propondría. Como ya he mencionado aquí, creo que la industria de la pornografía sufrirá una revolución. Esta revolución de las relaciones sexuales ya está en marcha en algunos países, como Japón (véase el informe que hay más abajo). Este mundo virtual abre posibilidades que no están disponibles en el mundo real.

El metaverso abre la posibilidad de realizar determinadas fantasías. Entre estas fantasías, algunas podrían ser moralmente reprobables y plantear nuevas cuestiones éticas y jurídicas. ¿Habrá una policía del metaverso que persiga a los delincuentes en el mundo virtual? ¿Cómo debemos reaccionar ante un comportamiento virtual desviado?


¿Podremos tocar a otros avatares?

El metaverso soñado por Mark Zuckerberg se vivirá con un casco de realidad virtual y un traje «háptico». Será una prenda que permitirá reproducir las sensaciones táctiles en el cuerpo.

Aunque esta perspectiva está aún muy lejana, no dejará de cuestionarse qué pasará si alguien nos «toca» en el metaverso. ¿Podrían considerarse inapropiados ciertos comportamientos y calificarse de agresión digital?


¿Podremos entrar en un terreno virtual sin una autorización?

El metaverso está teniendo mucha prensa por la compra de terrenos en mundos virtuales como The Sandbox. Snoop Dogg, que compró una mansión virtual, varias empresas han comprado ubicaciones en «arterias comerciales» de mundos virtuales a precio de saldo.

Si la propiedad de estos activos digitales queda patente en la cadena de bloques, ¿qué normas se aplicarán para entrar en ellos? ¿Se impondrán normas de acceso que abran la puerta a las infracciones digitales?


¿Podremos matar avatares en el metaverso?

Siguiendo con la pregunta anterior, ¿podemos matar en el metaverso? El metaverso, tal y como lo presentó Mark Zuckerberg, no es un juego. Es un universo virtual en el que las personas reales interactuarán a través de sus avatares.

Al igual que en la vida real, podrían darse situaciones extremas. La gente podría discutir, una situación cada vez más común con la polarización de las opiniones. Queda por ver si lo virtual será tan fiel a la realidad que será posible atacar la integridad digital del avatar por medios naturales.

El vídeo de arriba muestra que otras personas se hacen las mismas preguntas (y las responden de momento de forma paródica).


¿Podemos morir en el metaverso?

En el metaverso no hay órganos vitales. Entonces, ¿cómo moriremos?
La muerte en las redes sociales ya es un tema conocido y Meta/Facebook ha creado un estatus especial para los «muros» de los muertos.

Sin embargo, por su dinámica, el metaverso presenta especificidades que cuestionan las soluciones puestas en marcha por las redes sociales. ¿Qué hacer con el avatar una vez que la persona a la que pertenecía muere? ¿Crearemos espacios donde «aparcar» los avatares de las personas fallecidas? ¿O estos seguirán coexistiendo después de su muerte en el metaverso? En este último caso, las preguntas serían del mismo tipo que para los deadbots.


¿Se pueden piratear los avatares?

El metaverso será un universo digital. Por lo tanto, no hay razón para que escape a los problemas de la piratería informática. Esto plantea algunas cuestiones interesantes. ¿Podría un avatar ser «tomado como rehén»? ¿Se podría pedir un rescate para devolver un avatar? La pregunta es pertinente, ya que los avatares se adornarán en el metaverso con NFT (zapatos, bolsos…) y sus precios ya son estratosféricos.

Una cosa es segura… Si el hackeo de avatares es posible, podría ser una forma de hacer morir un avatar en el metaverso.


¿Cómo tratar la cuestión de la herencia en el metaverso?

La herencia de los activos digitales no es una cuestión específica del metaverso. Es más global y será cada vez más importante con las NFT. ¿Cómo se transmitirán? ¿Se incluirán en el cálculo del impuesto de sucesiones? ¿Habrá que pagar impuestos en caso de ganancias de capital sobre las NFT? Por ejemplo, esta última cuestión ya se ha decidido en la India, donde se propone un impuesto del 30% sobre las plusvalías de las criptomonedas.


¿Podemos tener varios avatares en el metaverso?

Hoy en día, algunas personas se inventan personalidades digitales haciendo malabarismos con diferentes cuentas en las redes sociales. El concepto de identidad en el metaverso será sin duda muy complejo por el antropomorfismo de los avatares, es decir, su apariencia humana.

¿Es éticamente aceptable «multiplicarse» en el metaverso y, al hacerlo, desdibujar las huellas de nuestra verdadera identidad?


¿Los avatares tendrán que tener forma humana?

Por último, también debemos plantear la cuestión de la forma. ¿Será necesario representarse a sí mismo con forma humana, o serán aceptables todas las apariencias? En este caso, ¿cuál podría ser la percepción de las demás personas encontradas en el metaverso hacia un avatar cuya naturaleza permanece opaca?

 

 

 



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