14 abril 2021 1084 palabras, 5 min. read Última actualización : 19 julio 2021

¿Tendrá el vino en lata el mismo éxito que Bag-in-Box?

Por Pierre-Nicolas Schwab Doctor en marketing, director de IntoTheMinds
¿Será el vino en lata el nuevo formato que se ponga de moda? En el contexto actual, nada es imposible. La crisis del Covid está cambiando hábitos, y un diseño como el de Bag-in-Box (BIB) ya compone la mitad de […]

¿Será el vino en lata el nuevo formato que se ponga de moda? En el contexto actual, nada es imposible. La crisis del Covid está cambiando hábitos, y un diseño como el de Bag-in-Box (BIB) ya compone la mitad de las ventas totales. ¿Por qué no iba a seguir la misma trayectoria el vino en lata? Este artículo rastrea la historia de este formato tan particular, y hemos entrevistado a una enóloga que ha apostado por él.

Resumen

cannette de vin


El formato de The Bag-in-Box (BIB) domina el mercado

La crisis del Covid ha tenido un impacto significativo en el consumo de vino. Bag-in-Box, esos grandes envases de vino barato, ya representa el 44% del vino vendido en los supermercados, subiendo un 10% respecto a enero-febrero de 2021. ¿Quién hubiese apostado por algo así hace ni siquiera 10 años?

Sí, Bag-in-Boxes ha tardado varias décadas en cobrar popularidad entre los consumidores. Inventado inicialmente para envasar productos químicos, empezó a usarse para envasar vino a principios de la década de los 70. La evolución natural de Bag-in-Box fue el «Conejo Francés», un formato inventado por Jean-Claude Boisset (ver vídeo a continuación).

Bajo esta perspectiva, lo que valoro ahora es otro tipo de envase, uno puede que todavía más disruptivo que el anterior: el vino en lata.


Vino en lata: ¿el siguiente envase «de moda» para el vino?

Las latas se han estado usando para envasar vino desde hace más de una década, la primera de ellas con fecha de 2010 de hecho. La idea nació en Suiza de la imaginación de Alain Toscan, el presidente en aquel momento de la empresa Neowines. No pareció que lograsen tener mucho éxito, ya que dicha empresa no existe en la actualidad, pero lo que sí existe es ese tipo de envase7 y han ido apareciendo iniciativas aquí y allá.

La lata tiene varias ventajas bastante atractivas:

  • Su capacidad (ideal para 1 o 2 copas de vino)
  • Protege contra el oxígeno y la luz
  • Es ligera (un argumento que ya usó en su momento Bag-in-box)
  • Es resistente a los golpes

A pesar de todos estos puntos fuertes, el vino en lata también sufre una desventaja considerable: los prejuicios. Al igual que las botellas de rosca, en las mentes de los consumidores las latas se asocian con los refrescos. Y, a pesar de lo que pueda decirse, el consumo de vino es un acto ritualizado cuyas raíces tienen miles de años, así que olvidar la botella de vino y el sacacorchos no resulta sencillo.

¿Pero es posible que estemos sobreestimando la resistencia de los consumidores? ¿No será que el freno que se opone al cambio es resultado de los enólogos en sí mismos, que son demasiado tradicionales?

Fue en este contexto cuando empecé a sentir curiosidad a raíz de una publicación de Anne-Victoire Monrozier (también conocida como Miss Vicky Wine). Esta joven enóloga y blogger estaba promocionando sus latas de vino en las redes sociales, así que quise preguntarle cuáles eran sus motivaciones y expectativas.



anne-victoire monrozier

Anne-Victoire Monrozier sosteniendo una lata de vino de producción propia.

Además de las botellas tradicionales, también propones 2 referencias de vino en lata (Muscader y Fleury). ¿Puedes explicarnos qué motivó tu decisión?

Siempre he adorado la innovación, ¡me entusiasma! Así que siempre estoy buscando cosas nuevas, y tuve la oportunidad de organizas una conferencia sobre las latas. Es un formato sencillo que nos saca del marco de referencia histórico del vino, un marco que puede tener connotaciones bastante elitistas o eruditas.

¿Qué ventajas le ves al vino en lata? ¿En qué se diferencian sus usos respecto a los de una botella clásica?

La lata nunca sustituirá a la botella, pero llena los huecos que el cristal no puede llenar. Por encima de todo, es súper práctica: ligera y sólida, fácil de llevar (de enviar por correo, de llevar en una bolsa), pero también puede abrirse con un único gesto y puede guardarse sin que ocupe demasiado espacio. Para mí, su principal ventaja es su pequeño tamaño, lo cual ayuda a moderar el consumo diario.

¿Qué clichés has descubierto que se asocian más a menudo con el vino en lata?

La calidad es el primero, seguido de cerca por el sabor a aluminio y su longevidad. La calidad depende de lo que elija el fabricante de la lata y, por desgracia, en la actualidad a menudo nos encontramos vino en lata de poca calidad. Pero, al igual que ha pasado con Bag-in-Box o con las cervezas artesanales, ¡eso podría cambiar! Creo que la lata saldrá ganando cuando sus fabricantes se sientan orgullosos de la bebida que ponen dentro. En cuanto a lo del aluminio, no es más que una leyenda; no se nota sabor alguno a no ser que, por supuesto, decidas beber directamente del a lata, algo que no acostumbra a hacerse. ¿Acaso bebes normalmente directamente de la botella de vino? La longevidad no está garantizada más allá de un año, pero en realidad, si respetas los parámetros del envasado, puedes guardar las latas durante mucho más tiempo. En cualquier caso, no es un vino dirigido a ser guardado en una bodega… y lo mismo puede decirse de muchas botellas de vino.

Las latas de vino existen desde hace 10 años, pero su distribución sigue siendo mínima. ¿Cómo lo explicas?

Mucha gente ha considerado esa pregunta, y no estoy segura. ¿Quizás se aleje demasiado de los códigos, tal y como hizo en su momento Bag-in-Box? ¿Es por la frialdad del aluminio, o por el hecho de que hasta ahora nunca se ha vendido buen vino en una lata?

Hicieron falta casi 60 años antes de que Bag-in-Box se estableciera (ahora representa el 44% del volumen de ventas en los supermercados). ¿Qué te inspira eso?

Mucho optimismo, y creo que el mundo ha cambiado en los últimos 60 años. Es posible que Bag-in-Box haya preparado el escenario para su hermana pequeña, la lata. Si sabemos cómo comprar vino envasado en plástico, ¡no hay razón para que no podamos comprar vino envasado en aluminio!

 



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