La apropiación indebida de propiedad intelectual es un problema que se originó en China y que se está desarrollando rápidamente en Europa. Dicha apropiación indebida consiste en una marca china que intenta adquirir los derechos de propiedad intelectual de productos falsificados. Maître Jérôme Tassi, a quien ya entrevistamos en el caso PicRights, ofrece algo de luz en este fenómeno cada vez más acelerado. Como observador informado desde hace varios años, nos expone varios ejemplos instructivos y nos revela una razón para su existencia.
La apropiación indebida de propiedad intelectual
La apropiación indebida de propiedad intelectual es, en el caso de las empresas chinas, algo parecido a un comportamiento parasitario. Estas empresas falsifican objetos, marcas y logos legÃtimos y registran sus modelos falsificados frente a autoridades europeas. Supón que logran filtrarse a través de la red de la Oficina de Protección de la Propiedad Intelectual y que además la marca no está alerta; en ese caso, la empresa china termina con un tÃtulo de propiedad legÃtimo para un modelo falsificado.
En 2020, China realizó 29.000 registros de propiedad intelectual en Europa.
China es el nº 1 en el ranking de peticiones de propiedad intelectual en Europa
La apropiación indebida de propiedad intelectual va de la mano con el desarrollo de empresas chinas en el continente europeo. Con 3.200 peticiones, en 2016 China fue el séptimo paÃs en número de peticiones en Europa. En 2020 pasó a ocupar el primer puesto con 29.000 peticiones. En otras palabras, China se ha convertido en el paÃs más activo en Europa en cuanto a la protección de propiedad intelectual. Incluso si los costes en Europa son, tal y como nos recuerda Maître Jérôme Tassi, relativamente baratos (a partir de 850€), eso no significa que los gastos generados sean insignificantes. No resulta improbable que el «auge de poder» del Reino Medio refleje un deseo polÃtico coordinado.
| ORIGINAL | COPIA | |
| 1 |  |
 |
| 2 |  |
 |
| 3 |  |
 |
| 4 |  |
 |
| 5 |  |
 |
| 6 |  |
 |
Ejemplos de apropiación indebida de propiedad intelectual
A los chinos no les falta imaginación cuando se trata de copiar las creaciones más famosas de las marcas europeas. Los juguetes son, por supuesto, uno de los objetivos principales para estos piratas de la propiedad intelectual.
Solo podemos sorprendernos ante el intento de proteger la copia del Lego «Trooper», cuyo parecido con el original es más que llamativo.
Los «Fingerlings», unas pequeñas criaturas que se ponen en los dedos, fueron presentados en el mercado en 2017 de la mano de WowWee, una empresa canadiense. Las imitaciones chinas no tardaron en aparecer. Los chinos ni siquiera intentaron diferenciarse al presentar su petición (ver ejemplo 2).
Resulta más curioso que los chinos también intenten proteger sus copias de imitaciones (ver el ejemplo 6 de la nevera SMEG) o con logos falsificados. En el ejemplo 5, la marca «TÜV Rheinland» se convierte en «TÜV Pheintand» y el eslogan «geprüfte Sicherheit» (seguridad demostrada) se convierte en una mala imitación fonética («geprutta Sicharhoit»).
¿Por qué intentan las empresas chinas «proteger» sus falsificaciones?
Los chinos intentan proteger sus falsificaciones para limitar, por un lado, el riesgo de una «retirada forzosa», y por el otro del riesgo de engañar a sus clientes.
Las retiradas forzosas es cuando una plataforma e-commerce elimina una referencia del catálogo por petición de los propietarios legÃtimos. Para evitarlo, los falsificadores chinos usan su depósito de propiedad intelectual para «demostrar» que tienen derecho y oponerse a la «retirada». La marca afectada solo puede lograr dicha retirada a través de la decisión de un juzgado, lo cual crea costes y un retraso que la marca china usa para continuar con sus actividades ilegales.
La protección intelectual de un objeto falsificado también se usa para engañar a los funcionarios de aduanas. Las palabras «marca registrada» y «diseño registrado» suelen ser, después de todo, indicadores de buena fe.
¿Cómo protegerse de estos parásitos?
La violación de la propiedad intelectual es un tema complicado y costoso. Hace unos años las marcas se conformaban con la incautación y destrucción de las falsificaciones, pero hoy en dÃa las luchas se extienden hasta los juzgados puesto que tienen que demandar la nulidad de los derechos intelectuales otorgados. En 2020, Lego tuvo que presentar entre 20 y 25 solicitudes de nulidad.
Asà que se trata de un coste adicional para las marcas, un coste por el que no obtienen nada de nada, tal y como Maître Jérôme Tassi nos recuerda.
Posted in estrategia.
